viernes, 3 de julio de 2015

Reporte de lectura: Fahrenheit 451


El autor de esta obra es Ray Douglas Bradbury, quien fue un escritor de misterio estadounidense, enfocándose en el género fantástico, de terror y ciencia ficción, es principalmente conocido por “Crónicas marcianas”, además de Fahrenheit 451, el libro discutido en este texto.
            Bradbury tuvo un gusto de la lectura y la escritura desde su juventud, pero no pudo asistir a la universidad por razones económicas, así que comenzó a vender periódicos para ganarse la vida. Decidió educarse de manera autodidacta, estando la mayor parte de su tiempo libre leyendo libros y escribiendo cuentos. Estos cuentos los vendía a revistas, llegando a conseguir suficientes ahorros para establecerse en California y continuar su producción de textos.
            El libro toma lugar en una sociedad aparentemente futurista, aunque nunca se da un año en el que transcurre la novela. Dentro de esta sociedad se cree que el pensamiento lleva a la angustia y el sufrimiento, y los libros llevan a la gente a pensar, asi que se establecen los “bomberos” que, al contrario de los bomberos que conocemos, se encargan de quemar cosas, específicamente los libros, en lugar de apagar incendios.

            Guy Montag es uno de estos bomberos, y él se encuentra muy satisfecho con su tarea y la sociedad en la que vive, hasta que se encuentra con Clarisse McClellan, quien desde el punto de vista del lector, es una chica sencilla y común, que le gustan cosas como recoger flores o pasear durante lluvias, pero en el contexto de la historia no es aceptado.
            Esta chica le parece un ser extraño a Montag, ya que le hace preguntas como que si realmente es feliz, lo que causa que se comience a cuestionar. Después se da cuenta de que en realidad solo cree que es feliz y que su sociedad es perfecta porque no conoce la felicidad de verdad.
            En una de sus jornadas se encarga junto a un equipo de bomberos de quemar una biblioteca escondida, en la que Guy se guarda un libro misteriosamente (que luego se revela que tiene una pequeña colección de libros escondida en su casa, además de que este libro resulta ser la Biblia) mientras los preparaban para la quema. La dueña de la casa se rehúsa a salir, llegando a quemar ella misma su casa para morir por sus libros, hecho que impacta mucho a Montag, y hace que tenga aún más curiosidad en ellos.
            Más tarde Montag guarda el libro en su casa e intenta hablar con su esposa Mildred (quien es usada para representar al ciudadano ‘ideal’ dentro de esta sociedad) pero esta no quiere. Al preguntarle sobre Clarisse, quien era su vecina, Mildred le dice que murió hace días atropellada, y su familia ya se había mudado.
            Al dia siguiente, impactado por los acontecimientos recientes y la ignorancia que comienza a notar en las personas, Guy finge estar enfermo para no trabajar, y le pide a su mujer que llame al capitán Beatty para avisarle de su ‘enfermedad’, pero ella se niega.
            En el nudo de la historia, Beatty le hace una visita el mismo dia, y le narra la historia de cómo los bomberos llegaron a ser lo que son en ese mundo. Le cuenta que realmente no fue el gobierno quien prohibió los libros, fue la gente que dejo de comprarlos, ya que se hartaron del sufrimiento que causaba el conocimiento, y ellos mismos fueron los que impusieron el propósito de la quema de libros a los bomberos. El capitán sabe que Montag tiene un libro, pero lo deja hojearlo para que descubra que no tienen nada de especial.
            Cuando se va el capitán, Montag examina su colección de libros (lo cual es una sorpresa para su esposa), y recuerda un hombre que se escondió un libro y le dio su dirección, y decide visitarlo, llevando consigo la Biblia, descubre que este hombre era un profesor de literatura llamado Faber, y le propone la necesidad de luchar en contra de la ignorancia.
            Ellos elaboran un plan y Faber le da un dispositivo para seguir comunicado a Guy. Volviendo a su casa, varias amigas de su esposa y ella hablan sobre los niños como si fueran objetos y como votan por un candidato a presidencia solo porque ‘se mira como una buena persona’. Montag responde a esto en enojo y acaba leyéndoles poesía de uno de sus libros.
            Esa noche su equipo de bomberos responde a una alarma, y Montag se da cuenta de que lo han mandado a quemar su propia casa, ya que su esposa y sus amigas lo habían delatado.
            El capitán Beatty lo obliga a quemar su propia casa como castigo, pero Montag lo toma como si se estuviera liberando de todo lo que representa esa sociedad, la ignorancia y la opresión de la mente. Montag quema vivo a su capitán después de que intenta detenerlo, y se da cuenta de que Beatty también era una persona culta que temía revelarse, así que ansiaba la muerte para librarse de esa sociedad.
            Montag se dirige a la casa de Faber para escapar de la policía, y luego huye de la ciudad, dándose cuenta de que el país está en guerra pero no se sabe contra quien. Sigue unas vías de tren que encuentra, que lo lleva hasta un grupo de fugitivos como el, llamados Hombres-Libro, que son una sociedad de académicos que memorizan los libros y los transmiten oralmente para evitar ser sancionados, estos acogen a Montag como uno de los suyos.
            Después se alejan más de la ciudad, se escuchan aviones acercándose, que lanzan bombas sobre la ciudad, destruyéndola por completo. Montag y los demás quedan como sobrevivientes, y el final abierto del texto deja la idea de que se establecieron para crear una sociedad que si respetara al intelecto sobre la ignorancia.
            El concepto de esta historia me intereso desde que supe de su existencia, pero no creí que la opresión había sido causada por el mismo pueblo en su búsqueda de ‘felicidad’ a toda costa, a diferencia de otras obras en las que la prohibición es resultado de un gobierno autoritario.
            Me hubiera gustado que se enfocara un poco más en la guerra que destruye a la ciudad, aunque contarlo desde el punto de vista de alguien no involucrado directamente es una manera muy entretenida de narrar los hechos.


            La frase o más bien idea que me agrado mucho del libro fue como los bomberos se ven a ellos como “Guardianes de la Felicidad”, creen que al quemar los libros y así hacer que no los lean, evitan que la gente pase por angustias. Me gusta como da a entender que realmente los ‘malos’ nunca se ven a ellos mismos como si fueran los malos, siempre hay algo que en sus ojos es justificación de lo que hacen.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario